Estuve bedridden por algunos días y luego de dormir unas 20 horas seguidas, desperté con ganas de estímulos suaves. Fui a comer un wrap y tomar café en dona adelia, a caminar bastante dentro de shopping china, en donde compré marcadores, y ahora siento el aire acondicionado sobre el rostro mientras escucho los primeros álbumes de Destroyer.